Manyo club

CIUDAD: Yokohama

HORARIO:  Abierto 24h

Precios: 2500Y

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Cuando se visita una gran ciudad japonesa puede ser todo un reto encontrar un «buen» onsen cerca, así que el «Yokohama Minato Mirai Manyo Club» es todo un hallazgo, es un centro de spa de alta calidad situado en el centro de Yokohama.  En medio del ajetreo y el bullicio de Sakuragi-cho, justo frente al parque de atracciones, se las han arreglado para crear un espacioso centro de spa que recuerda a los que se pueden encontrar en el Japón rural. 

Deciros que es un lugar que por fuera, quizá os cueste encontrar, ya que lo que se ve frente al parque de atracciones, es un edificio gris, como de oficinas, hasta feo, pero os aseguramos que está en ese edificio, en su fachada está escrito Yokohama.

Se llega allí en ascensor, pero una vez que estás dentro, es como si hubieras sido transportado a una zona más tradicional de Japón. Los trabajadores del onsen, vestidos en kimono, te dan la bienvenida en una habitación de madera y suelo de tatami. Después de quitarte los zapatos, la primera tarea es seleccionar tu propio colorido yukata (albornoz japonés). Tras cambiarte, tu única tarea es ponerte cómodo y explorar el enorme recinto.

El edificio tiene nueve pisos y cada piso está completamente lleno de servicios y actividades diseñadas para tu comodidad, son tantas que te puede resultar difícil elegir qué hacer primero.

 

La joya de la corona del Manyo Club son sus instalaciones de baño. Dividido por sexos, las zonas de baño son grandes y bien equipadas. Antes de entrar en el baño tienes que darte una ducha rápida en los sitios destinados a ello. Allí encontraremos todo lo necesario como champú, gel corporal, acondicionador, jabón perfumado, cepillos de dientes y maquinillas de afeitar.

Tras esta ducha individual puedes entrar en el gigantesco baño interior (dai-Yokujo) o en el baño al aire libre (ROUTEN-buro). Ambos se mantienen a una temperatura lo suficientemente caliente para tonificar cómodamente tus músculos pero sin llegar a escaldarte aunque lo parezca. Para los occidentales nos puede parecer a veces que el agua está demasiado caliente, pero acabas acostumbrándote. El baño al aire libre es una gran oportunidad para disfrutar del paisaje, ya que tiene una gran vista de la bahía de Yokohama desde allí. Después de un baño puede que desees entrar en la sauna donde hay un televisor de pantalla plana o recibir un masaje estilo coreano.

Como regalo adicional, hay una última zona de baño en el techo del Manyo Club. Aquí podemos encontrar un pequeño ríachuelo de agua caliente donde tanto hombres como mujeres pueden remojar sus pies mientras contemplas la Landmark Tower o la famosa noria Sakuragi-cho, por lo que es una estupenda oportunidad para tomar fotos.

Hay dos restaurantes en el sexto piso. Para una excursión en familia, hay un restaurante estilo cafetería con una amplia variedad de alimentos japoneses para elegir. En su buffet, tienen de todo, desde ensaladas y platos tradicionales japoneses como sushi, sashimi, e incluso postres. El otro restaurante, el «Manyo-an», es un lugar relativamente caro y el menú es también muy japonés.

Otra de las especialidades del Manyo Club son los masajes. Aquí encontraremos muchos estilos diferentes de masaje de todo el mundo. Podemos elegir entre shiatsu, masaje coreano, masaje tailandés, el masaje de pies de los pececitos, reflexología británica, y muchos otros.

Personalmente, recomiendo el masaje shiatsu. Mi masajista era un amable anciano que conocía bien su oficio y me dejó como nuevo. Tras 40 minutos de tener todo mi cuerpo meticulosamente presionado por sus experimentados dedos, el estrés o la fatiga alguna que pudiera haber tenido de tantos días de ruta desapareció.

Quizás el Manyo Club es un lugar excelente para incluir en un viaje de un día entero a Yokohama y no en esta ruta combinada con Kamakura pero desde este podcast nos gusta hablaros de todos los puntos de interés que puedan valer la pena para que elijáis vosotros mismos.

 

 

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Por Rafa Orozco

Profesor de vocación, católico de convicción, gamer por afición y japanófilo de corazón. Japón y los videojuegos ocupan el poco tiempo libre que mi familia y mis alumnos me dejan.

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