Engakuji
El Engaku-ji se encuentra muy cerquita de la estación Kita-Kamakura, por una callejuela paralela a las vías del tren. Está un poco oculto entre los árboles del bosque y es que lo mismo os lo pasáis sin daros cuenta.
Es uno de los templos Zen más importantes de Japón y el segundo más importante de los 5 grandes templos de Kamakura. Se construyó a finales del siglo XIII después del segundo intento de invasión por parte de los mongoles y estaba hecho para rezar a los caídos en batalla, tanto a los soldados japoneses como a los mongoles pues los japoneses tenían la costumbre de enaltecer a los guerreros muertos en combate ya fueran aliados o enemigos, hasta llegado el punto les daba tanta lástima que un buen guerrero cayera, uno de los mayores honores, que terminaban brindando por ellos o hasta componiéndoles poemas.
Lo primero que nos encontramos al entrar en los terrenos del templo es la puerta Sanmon que data del 1783 y nos da paso ya al templo principal que alberga una estatua de madera de Shaka Budha. El templo actual es una reconstrucción de 1964 porque el anterior fue destruido por un terremoto.
Ahora una referencia muy friki, pero hay que decirlo. ¡¡¡Este es el templo de la trifuerza!!! Si en tu infancia has tenido alguna nintendo y específicamente algún juego de la saga Zelda conocerás el símbolo de la trifuerza, pues es el símbolo que caracteriza el Engakuji. Es cierto que lo puedes encontrar en otros templos pero es aquí donde se hace más presente. Los templos, al igual que los clanes familiares tienen un “mon” o “kamon” que es un símbolo que lo representa, algo similar a nuestros escudos heráldicos, es este caso y según el clan hoojoo del que proviene este conocido símbolo formado por tres triángulos, estos representan las escamas de un dragón. Y es que este clan fue el regente de Kamakura durante mucho tiempo.
Si nos adentramos por las inmediaciones del templo podremos ver desde lejos el Shariden, un salón adornado donde se conserva un diente de Buda pero al que no se puede acceder durante la mayor parte del año y está considerado Tesoro Nacional. Otro Tesoro Nacional es la Ogane, la campana mayor del templo, cercana a una pequeña casita de te donde los visitantes pueden tomar te, sake dulce o dulces japoneses en entorno muy relajante sobre todo en otoño cuando el momiji tiñe los alrededores de marrón y rojo. Otro edificio dentro del complejo del templo es el Butsunichi-an donde están enterrados los restos de Hojo Tokimune, el que encargó la construcción del templo y responsable de evitar la citada invasión mongola de Japón. En total hay 18 templos en todo el recinto, así que si tenéis tiempo podéis daros una vuelta por allí y si es otoño deleitaros con el colorido del paisaje.